INTRODUCCIÓN: Cuando Dios habla, habla desde lo profundo y tiende a la comunicación, al diálogo. Dios es un “Yo” que se dirige a un “tú” en una relación interpersonal y vital. La Palabra de Dios interpela al hombre y le invita a la obediencia de la fe para vivir en comunión. La palabra de Dios es hésed hecho amor, ternura y misericordia.
Desarrollo: El “Yo” divino comunicándose al “tú” humano. Yo no conocía a Dios por la Palabra; pero ese “Yo “ divino se me fue revelando en procesos, con una relación interpersonal, primero en clave de ternura y luego en clave de interpelación.
Textos en clave de hésed:
a)Ex 34, 6-7: Moisés invocó el nombre de Yahvé. Yahvé pasó por delante de él y exclamó: Yahvé, Yahvé, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, que mantiene su amor por mil generaciones.
b) Isaías: Isaías 41, 1-15: y tú Flavia, sierva mía que desde lo remoto te llamé y te dije: sierva mía eres tú, te he escogido y no te he rechazado. No temas, que contigo estoy yo, te he robustecido y ayudado, te tengo asida con mi derecha. No temas, yo te ayudo. No temas gusano de Jacob, oruga de Israel.
Isaías 43, 1-4: No temas, que yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mía. Eres preciosa a mis ojos, eres estimada y yo te ayudo.
Isaías 49, 15-16: Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ellas llegasen a olvidar, yo no te olvido. Te llevo tatuada en la palma de mis manos.
c) Oseas 11, 1-4: Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor y era para Flavio como quien alza a un niño contra su mejilla, me inclinaba a Flavia para darle de comer.
Textos en clave de interpelación:
a) Ex 34, 1-5: Renovación de la Alianza.
Y dijo Yahvé a Moisés. Labra dos tablas de piedra como las primeras, sube donde mí al monte y yo escribiré en ellas las palabras que había en las primeras que rompiste. Prepárate para subir mañana temprano al monte Sinaí; allí en la cumbre del monte te presentarás a mí. Que nadie suba contigo, ni aparezca nadie en todo el monte. Ni oveja ni buey paste en el monte. Labró Moisés dos tablas de piedra y levantándose de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahvé. Descendió Yahvé en forma de nube y se puso allí junto a él.
b) Col 3, 12-16: Revístanse de entrañas de misericordia, de bondad, humildad mansedumbre, paciencia. Soportándose unos a otros y perdonándose mutuamente. Y por encima de todo revístanse de amor que es el vínculo de la perfección.
Conclusión: Agradezco al Yo divino que se haya dignado revelarse a mí en forma de hésed: ternura, amor y fidelidad. Porque me ha dicho mucho de El y así mi vocación se ha afianzado. Pero también cuando lo ha hecho en forma de interpelación como en el caso de Ex 34; invitándome a estar con El, dejando todas las “presencias” de ovejas y bueyes, que han sido a lo largo de mi vida. Me he dado cuenta que cuando he dejado atrás esas presencias sólo la presencia divina ha resplandecido. Y finalmente con el texto de Colosenses 3, 12-16 me ha invitado a tener criterios de vida y de acción. No fijándome en cuánto me han lastimado no siendo misericordiosa , humilde, paciente, etc.
Hna Flavia Arellano
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