Alumna: Teresa de Jesús Zúñiga Carrillo CVI.
INTRODUCCIÓN
En la primera se presenta,
brevemente, la figura de la Madre Jeanne Chezard de Matel, misma que permita
situarla en su entorno familiar, así como el tener una visión de conjunto de
sus escritos.
En la segunda parte, se ve de
una manera general, el tema de la oración, con la finalidad de que éste sirva
de referencia para presentar los rasgos o características de la oración de la
M. Jeanne Chezard, en este apartado se distinguirán, brevemente, los diversos
tipos de oración, sin ahondar en escuelas de espiritualidad concretas.
El tercer apartado, se abordará
propiamente el tema de la oración en los escritos de la M. Jeanne Chezard de
Matel, considerando los diversos tipos de oración que vivió, la influencia que
recibió en su formación, además de lo que el mismo Verbo Encarnado le enseñaba.
También se presentarán algunas de las dificultades en su vida de oración, pues
aunque fue una persona bendecida con abundantes gracias espirituales, tuvo
momentos difíciles, luchas, etc. que con la gracia de Dios y su recurso a la
oración, fueron superadas. Y se concluye esta parte con algunas características
que podrían esbozar algunos rasgos de su oración.
Finalmente, en el apartado de
las conclusiones, donde se reflejará si se logró o no el objetivo propuesto
para este trabajo.
Hay mucho que profundizar respecto
a este tema, que fue clave en la vida de la M. Jeanne Chezard; sin embargo,
esta es una pequeña contribución, a ir descubriendo y sistematizando, la gran
riqueza que como Congregación hemos recibido en Nuestra Venerable Madre.
CAPÍTULO
I
JEANNE
CHEZARD DE MATEL
1.1Breve Biografía
Jeanne Chezard de Matel nace
en Roanne, Francia, el 6 de noviembre de
1596. Su padre, Jean Chezard, hombre honrado y valiente, gentilhombre de Cámara
y capitán de una compañía de caballería ligera; su madre fue Jeanne Chaurier,
quien pertenecía a una familia rica y virtuosa; mujer virtuosa y de gran
corazón, caridad y mucha paciencia. Tuvieron once hijos[1], de los que sólo
sobrevivieron cinco, siendo Jeanne, la mayor de estos.
Jeanne fue de un carácter
bondadoso, dulce, paciente y alegre;
aprendió a leer a los 6
años, a los 7 años pidió permiso para
ayunar las vigilias de las fiestas solemnes; y a los 9 ó 10 años, quiere
hacerlo en Cuaresma. A los 10 años se
resuelve a permanecer virgen para seguir
al Cordero por todas las campiñas[2],
tiene una gran devoción a María; a los
12 años fue admitida a la primera comunión, se le permite más tarde comulgar
cada mes, después un poco más seguido y desde 1610 cada ocho días.
Le gustaba leer vidas de santos y tenía deseos
de imitarlos. Admira sobre todo a las vírgenes y a los mártires[3]. Cuando tenía 17 o 18 años, atravesó por la
“crisis de su vocación”, ya que había manifestado el deseo de ser religiosa, pero aceptando, por obediencia a su madre y a su confesor, ir a una fiesta
de la familia, en casa de una tía, no faltaron los bailes, y conversaciones un
tanto frívolas, y llenas de vanidades, que le llevaron a enfriarse en su
decisión, pero finalmente tras tiempos de confusión, regresa con su madre y continúa con su resolución.
En 1615, a los 18 años y medio, se sintió, de
repente, totalmente convertida y reconfortada. Ese mismo día, Dios le concedió
entender las lecturas de la misa, mismas que estaban en latín, este favor no le
fue quitado nunca. La Escritura es el medio por el cual Jesús le habla y le da
a conocer su voluntad. Tiene una profunda oración mental, aplicándose
especialmente a los misterios de la Pasión del Salvador. En poco tiempo, se sintió elevada a los
grados más altos de oración[4]. Desde 1619, fecha en que tuvo una fuerte
experiencia interior, siente que su espíritu y su cuerpo luchan[5]
y le fue concedido el vivir en la constante presencia de Dios, aún en medio de
los quehaceres más ordinarios.
Le acompañó la presencia de la Santísima Trinidad. Además
del gran amor por la Escritura, la espiritualidad que vivió es teológica, en
cuanto que se enraíza en el corazón de los grandes dogmas de la teología
cristiana.
Jeanne buscaba asiduamente
la dirección espiritual, entre sus directores figuran en su mayoría, sacerdotes
jesuitas, quienes atestiguaron que las revelaciones que tenía no podían tener
otro origen, sino el divino.
Desde 1619 aparece el
pensamiento de fundar una Orden. El 2 de
Julio de 1625, deja la casa paterna para comenzar, en compañía de dos jóvenes
más. Llegó a fundar cuatro monasterios. El 10 de septiembre de 1670 toma el
hábito de la Orden del Verbo Encarnado y hace su profesión, muere al día
siguiente, el 11 de septiembre de 1670.
El proceso de la Causa de
canonización de la Sierva de Dios, ha sido de la siguiente manera: inicia el
proceso diocesano en 1966, aunque su fama de santidad había estado muy viva
entre las hermanas, los confesores y los seglares durante siglos. La causa se retomó en 1970. En 1984 se
reconoció la validez del proceso diocesano acerca de las virtudes y la fama de
santidad, el proceso de no culto y el de los escritos.
La Positio se publicó en enero de 1987. El 19 de mayo de 1987 se tuvo la asamblea de
consultores historiadores y el 18 de octubre de 1991 el congreso particular de
los consultores teólogos: la conclusión fue positiva en ambos casos. El 21 de enero de 1992, los cardenales y
obispos afirmaron en la Congregación, de la práctica heroica de las virtudes
teologales, cardinales y sus anexas.
El decreto de Venerabilidad fue dado el 7 de
marzo de 1992[6].
1.2Escritos
Jeanne escribió, especialmente a petición de sus
directores espirituales: estos son sus escritos: Borrador de la autobiografía, que abarca de 1596-1642 (OG-01), escrito por orden del Cardenal
Arzobispo de Lyon, Alphonse Louis Dupplesis de Richelieu; su Autobiografía, de 1643-1660 (OG-02); Cartas, de 1620-1669 (OG-03); Diario
espiritual I, de 1619-1636 (OG-04);
Diario espiritual II, de
1636-1653 (OG-05); Tratados (OG-06) Tratado I, sobre la Explicación del Cantar de los Cantares 1619
(OG-06a); Tratado II, de los tres sagrados
matrimonios (OG-06b); Tratado
de los cuatro sagrados matrimonios 1619
(OG-06c); Otros escritos, de 1619-1641 (OG-07), mismos que fueron encontrados después de haber reunido
todos los anteriores: Memoria de lo
que se me ha pedido que suplique (OG-07a); María
es la paloma que nos anuncia el final del pecado (OG-07b); Primer
proyecto de Constituciones (OG-07c); Origen de la Regla de los sacerdotes del Verbo Encarnado (OG-07d);
Lo que Dios me ha dado a conocer
acerca de la Madre de Chantal (OG-07e).
Para la citación, lo haré tomando en cuenta el Opus Gloriae (OG), que es la
compilación virtual de todas sus obras en un CD.
Después de haber visto una biografía breve de la
Madre Jeanne Chezard, presento algunos conceptos sobre la oración, que sirvan
de referencia, al presentar los rasgos de la vida de oración de Nuestra
Venerable Madre.
CAPÍTULO
II
LA
ORACIÓN
La oración es parte del fenómeno
religioso y está presente en la piedad popular de todos los pueblos y culturas[7], pero
dado que nos ocupa en concreto la fe cristiana dentro de la Iglesia Católica, es necesario tener claros los elementos de la
oración, a través de un marco de referencia,
que nos permita ver, de modo general, sabiendo que para un estudio más a fondo
acerca de este tema, hay un sinfín de posibilidades, de escuelas, etc. por lo
tanto sobreabundancia de definiciones, divisiones, etc.
2.1Definición,
naturaleza y necesidad de la oración.
El Diccionario de
Espiritualidad nos dice que la noción
general de oración implica la noción de elevación, que es la
comunicación del alma con Dios, donde el
hombre habla, pero tiene que escuchar. Este aspecto de diálogo y respuesta está presente en el concepto bíblico de
oración, siendo la oración de Jesús el
ideal de toda oración[8].
Sta. Teresa del Niño Jesús expresa, de manera sencilla, pero no
menos profunda, lo que es la oración:
“Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada
lanzada hacia el cielo, un rito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro
de la prueba como desde dentro de la alegría. En una palabra, es algo grande,
sobrenatural, que me dilata el alma y me une a Jesús”[9].
K. Rahner dirá que la oración
es un amor que se pone de rodillas y para Sor Isabel de la Trinidad la oración
es “la unión del que no es, con El que Es”
Toda oración cristiana es una participación en la oración que Cristo eleva al Padre en el
Espíritu Santo. Cristo, por su encarnación nos hermana con Él, y restablece
nuestra relación con el Padre, de ahí que toda oración cristiana ha de ser
cristológica. Pues bien, la oración
cristiana tiene un carácter trinitario, filial y teologal. Trinitario porque somos
hijos en el Hijo, quien nos lleva al Padre en el Espíritu; es teologal, porque
sólo es posible orar para quien tiene fe, y porque tiene su impulso de aspiración en la
esperanza, y su dinamismo esencial brota
de la caridad, que inspira y anima todas las actitudes del orante. Nuestra
oración vale lo que vale la caridad que la expresa[10].
Cristo nos dice en el
evangelio, que es necesario orar constantemente, esto lo manifiesta claramente
el evangelio de San Lucas, con las parábolas del amigo inoportuno y del juez inicuo; en los
otros escritos del Nuevo Testamento, vemos la insistencia a perseverar en la
oración.
Ante la relación con Dios, como la concibe la Iglesia Católica,
“La oración como trato con Dios, como consumación consciente de las relaciones
entre Dios y el hombre, es, por tanto, una necesidad, una gracia y una
plenitud”[11]
Las últimas palabras de esta cita, son clave en la comprensión de la oración:
una necesidad, una gracia y una plenitud. De ahí el gran valor y la
trascendencia de este tema, para una vida que se precie de ser cristiana. Todo
cristiano, está llamado a una profunda unión con Dios, por su bautismo, que le
ha unido a la vida de Dios Trino y Uno
2.2 Tipos
de oración y dificultades para la misma.
Se plantea un esquema muy sencillo sobre los tipos de oración.
Es preciso distinguir entre los diversos tipos de oración; por un lado, está la oración litúrgica, con sus exigencias
propias, y por otro, la oración personal, sabiendo que ambas se complementan y
se fecundan mutuamente. Pues bien, La oración litúrgica hace vivir
profundamente el aspecto comunitario y está
integrada por la Misa, la vivencia de los sacramentos y la Liturgia de las
Horas, que nos sostiene con su ritmo, su configuración, donde el apoyo de la
comunidad, anima a elevar el espíritu, alienta y fortalece con su testimonio.
Respecto a la oración
personal, misma que es el lugar donde Dios y el hombre se encuentran porque
“aquí el hombre da lo que es más personal suyo, lo que solamente le atañe en
algo a él y a Dios”[12], esta
oración contribuye a que la oración
litúrgica sea vivida con una mente y corazón abiertos, ya que el encuentro
personal y cotidiano, a lo largo de momentos específicos y de todo el día, le permiten crecer en esa relación con Dios.
Dentro de esta oración personal está la oración vocal, que tiene
este nombre, no porque sea vocalmente que se ore, sino porque es la que se hace
utilizando una fórmula preestablecida, por ejemplo el Padre Nuestro,
oración recomendada por el mismo Jesús;
el Angelus, las Letanías, el Rosario, un texto de la Sagrada escritura, etc.[13], mientras
que la oración mental, que según Sta. Teresa es “tratar de amistad,
estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (Vida, c.8,
n.5), es la que se hace espontáneamente, expresando ideas y sentimientos que
brotan en ese momento, de lo profundo del corazón.
La meditación y la contemplación, son otros modos de oración,
siendo la contemplación la cima de la experiencia de Dios a la que Dios invita
a los que quiere, y a la que responden los que quieren.
En el Catecismo de la Iglesia Católica, se nos dice que la
oración mental es una búsqueda. El espíritu trata de comprender el porqué y el
cómo de la vida cristiana para adherirse y responder a lo que el Señor pide. Se
hace habitualmente con la ayuda de las Sagradas Escrituras, imágenes sagradas
o los textos litúrgicos del día, los
escritos de los Padres espirituales, las
obras de espiritualidad, la creación, la historia, la página del “hoy” de Dios[14]. Y
continúa diciendo, más adelante, que no se trata de un estudio, pues el
conocimiento que implica, es adquirido por todo el hombre y debe conducir de
una forma más o menos inmediata a la acción. Implica poner en juego los
pensamientos, la imaginación, la emoción y los deseos. Esta oración ha de ir
más lejos, hacia el conocimiento del amor del Señor Jesús, y a la unión con Él[15].
Respecto a la contemplación, veamos lo que San Juan de la
Cruz puede decir, entre muchas otras
cosas: “La contemplación es ciencia de amor, es noticia infusa amorosa de Dios,
que juntamente va ilustrando y enamorando al alma”[16].
Otra aportación de San Juan de la Cruz es la siguiente:
“Esta
noche oscura es una influencia de Dios en el alma…, que llaman los contemplativos contemplación infusa, o mística
teología, en que de secreto enseña Dios al alma y la instruye en perfección de
amor, sin ella hacer nada ni entender cómo esta contemplación es infusa. Por cuanto
es sabiduría de Dios amorosa, hace Dios principales efectos en el alma, porque
la dispone purgándola e iluminándola para la unión de amor de Dios”[17]
Finalmente, en el camino de la oración, como en toda la vida,
hay dificultades que impiden vivir ese momento con la mejor disposición, tales
como la falta de un lugar adecuado para estar en oración, de un buen ambiente, de tiempo suficiente, el cansancio, el no
encontrar el propio método para la oración personal, la sequedad, la
confrontación con la vida diaria en donde no se ven frutos, el temor a
perderse, falta de guías, etc. Pero sabiendo que un corazón resuelto a
adentrarse a responder a la invitación de Dios, sabrá buscar y propiciar lo más
favorable para este encuentro con Dios, a lo largo del día y de la vida. Porque
el amor es creativo.
Señalar que no es un camino fácil, y libre de obstáculos, es
apostar por la verdad desde el principio, es depurar de prejuicios, que pueden
desalentar en el camino o hacernos caer en la ilusión, y llegar a formarnos un
dios a la medida, pero ajeno al verdadero Dios. Es creer que es obra personal y
olvidar que Dios sale en nuestro auxilio con su gracia.
CAPÍTULO
III
LA
ORACIÓN EN JEANNE CHEZARD DE MATEL
Una vez que se ha presentado, brevemente, el tema de la
oración, en este capítulo se presentará, la oración de la M. Jeanne, para ello
se presenta una tabla que manifiesta las palabras más comunes del campo semántico oración, que fueron usadas
por la Nuestra Fundadora.
3.1
Palabras clave
Cuando una palabra, o conjunto de palabras, se repiten con
mucha frecuencia, es signo de la importancia de dicho tema para el escritor.
Así pues, a continuación se
presenta una tabla que nos ayuda a
descubrir el interés del tema que nos ocupa, en la vida de la Madre Jeanne
Chezard de Matel.
Así pues, dada la naturaleza del presente trabajo, se presentan las palabras, el libro y el número
de veces que aparece en cada uno, y al final, la suma de todos.
Hay muchas otras
posibilidades, respecto a las palabras que pudieran darnos luz, por lo pronto,
lo que ha arrojado la búsqueda, ya nos permite darnos una idea de por dónde va
el asunto.
Sería tarea posterior, analizar los escritos por fecha, para ir
siguiendo el camino, el crecimiento en este aspecto fundamental de la vida de
todo cristiano, y en este caso, de la M. Jeanne Chezard de Matel.
A continuación, presentamos lo
que arrojó la búsqueda.
Tabla
de frecuencias
Esto es lo que se obtuvo en el recuento de número de veces que
aparecen estas palabras clave, en los diversos escrito
Libro
|
Rezar
|
Rezo
|
Reza
|
Rece
|
Orar
|
Ora
|
Oración
|
Meditar
|
Meditación
|
Contem-
plar
|
Contem-plación
|
OG-01
Borrador
|
4
|
1
|
1
|
12
|
2
|
44
|
2
|
6
|
14
|
10
| |
OG-02
Autob.
|
5
|
4
|
58
|
1
|
3
|
15
|
8
| ||||
OG-03
Cartas
|
5
|
4
|
2
|
8
|
25
|
76
|
13
|
16
|
13
|
13
| |
OG-04
Diario Espiritual I
|
19
|
10
|
83
|
17
|
6
|
110
|
32
| ||||
OG-05
Diario Espiritual II
|
18
|
6
|
65
|
12
|
4
|
130
|
33
| ||||
OG-06
Tratados
|
1
|
14
|
2
|
2
|
20
|
6
| |||||
OG-07
Otros
escritos
|
4
|
1
|
1
|
4
|
6
|
1
| |||||
TOTAL
|
14
|
5
|
3
|
8
|
83
|
18
|
341
|
48
|
41
|
308
|
103
|
Se puede ver claramente, cómo usa las palabras clave, como
rezar, y las que se le relacionan, treinta veces, esto nos muestra que Jeanne
habla de la oración desde lo más sencillo; cuatrocientas cuarenta y dos veces habla
de oración, con sus palabras más allegadas; meditar, ochenta y nueve veces,
pero si se hubiese agregado la conjugación de esta palabra, probablemente
habría crecido el número de frecuencia; finalmente, contemplar, habla
cuatrocientas once veces, y sería mayor, si se siguieran buscando más palabras
relacionadas.
El libro donde más se habla es OG-04, con 277; después OG-05,
con 268; viene OG-03, con 175; le sigue OG-01,
con 96; en OG-02, son 94; para OG-06, son 45; finalmente, para OG-07, son 17,
sumando un total de 972 el número de veces que aparece. Los libros donde más
habla, son el Diario Espiritual I, y II, y las cartas, y la explicación, puede
ser precisamente, que es donde registra lo que va viviendo en su interior, y en
las cartas, porque da cuenta también, en ellas de lo que vive, y por la
comunión espiritual que tiene con quienes se comunica.
Pasaremos ahora a ver reflejado en algunos textos, lo que
Jeanne dice acerca de estas palabras clave. Se irá pasando de lo más sencillo,
a lo más complejo.
3.2 La
oración en Jeanne.
En los escritos de la M. Jeanne Chezard, se ve claramente un
progreso en su vida de oración y su manera de comprenderla; distingue entre los
diversos tipos de oración, pues los ha experimentado.
A continuación se presentan diversas palabras que usa, y en donde
se manifiesta el modo de entenderlas.
3.2.1
Rezar
La M. Jeanne hace una
clara distinción entre los diversos modos de orar, y habla de rezar, orar,
meditar, contemplar, y en algunos textos
incluso usando comparaciones, nos presenta la diferencia entre meditación y contemplación.
De su infancia nos dice que: “Deseaba aprender a saberte rezar devotamente, pero mi padre
no permitió que me enseñaran a leer tan pronto” OG-01,8.
Así también se refiere a rezar, cuando le
pedían que lo hiciera por alguna persona, o por los difuntos o las hermanas.
Pensé
entonces en lo que usted me dijo: Rece
por la salud del P. Adrián, así que para obedecerle, dije: Dios mío, te pido la
salud corporal o espiritual de este Padre. Yo entendí que usted quería siempre
la voluntad divina, pero de preferencia en lo espiritual. Pedí además al
Bienaventurado P. Ignacio de Loyola que fuera su procurador en el colegio
celestial, así como el padre lo fue en el colegio de la tierra para con sus
hijos (OG-03, carta 23).
O
esta otra:
Padre, esto me hace palpar mi
debilidad, pero no deseo hacer otra cosa sino la voluntad de mi madre; en
adelante pediré su consentimiento en todo aquello que yo dude sea su voluntad,
pero en cuanto a venir a misa, a verlo a usted y a practicar otras devociones,
pienso que no hay ningún obstáculo, puesto que la aprensión de pedirle este
permiso me entristece mucho sin quererlo, y además me impide rezar por los demás (OG-03, carta 2)
También
un dato que muestra su sencillez y confianza, es el que se narra a continuación
en la Autobiografía:
3.2.2
Orar
“Amigo amable y divino, quisiste llevarme tú
mismo a subir el monte de la mirra y las colinas del incienso; al enseñarme a orar mentalmente, me guiaste hacia la
soledad interior y me hiciste escuchar: Por tanto, mira, voy a seducirla
llevándomela al desierto y hablándole al corazón” OG-01, 18.
Igualmente pasa de una oración a otra: “Por la tarde al asistir
a vísperas, se sintió absorta y, dejando la oración vocal, se dejó llevar a la
mental en seguimiento de su amor, hacia el desierto, donde escuchó: Fíjate cómo
mi palabra profética es también
mística”.OG-03 carta 20.
“Me diste el don de oración junto con el don de lágrimas;
mis ojos eran dos fuentes, dos piscinas, y ese don de lágrimas duró muchos
años, siendo fuente de alegría. La unción del Espíritu era tan abundante en mi
alma que me vi totalmente consagrada a tu amor. Pasaba dos horas y más en
oración mental, sin tener una sola distracción. A partir de ese día me hiciste
odiar las cosas que tú odias y amar las que amas. OG-01, 32
Uno de los frutos que le son dados en la meditación es la paz:
“El Salvador pacífico concede la paz porque no habita sino en la paz, de la que
gozan las almas a medida que progresan en la meditación y conocimiento de la divinidad y la humanidad del
Verbo: Pone paz en tu término.OG-05,4.
Nos comparte lo que ha meditación produce en quien se deja
conquistar por Dios:
La M. Jeanne es llevada a la contemplación, y claramente sabe,
por la experiencia que le ha sido regalada, la diferencia entre meditación y
contemplación, ella misma lo expresa:
Es consciente de que Dios se le da porque Él desea comunicarse,
y no deja nada sin recompensa:
“¡Qué
bueno es que te deleites en [74] regalarme con el don especial de la
contemplación! Tienes otras amigas a las que permites trabajar en la meditación, como abejas que zumbando de árbol
en árbol recogen las flores para elaborar con ellas la miel de sus panales;
flores que, ni todas juntas, son dulces por ellas mismas. Es verdad que las
dificultades que experimentan al meditar les parecen, con frecuencia, la miel
más dulce de su devoción. Es que nada dejas sin recompensa. Nadie tiene derecho
a quejarse cuando te sirve, porque tú das a todos lo que les es necesario y el
salario prometido al trabajillo que nos tomamos al servirte, cuyo servicio en
nada te es útil, por no tener necesidad de tus criaturas, en cuyo provecho
redunda todo. Y es porque tu mirada, que es buena con una bondad soberana, goza
al comunicarse”. OG-06b ,74
Jeanne de Matel, por la experiencia espiritual que le ha sido
concedida, es maestra de vida espiritual, pues conoce y puede expresar lo que
en su interior acontece, haciendo las claras distinciones, ya por el Verbo
Encarnado que se las enseña, ya por sus directores espirituales, ya como
conclusiones de sus experiencias:
La comparación que usa, para distinguir entre meditación y
contemplación, es muy gráfica
La
ocupación de esta joven fuerte consisten en buscar el lino y la lana y en
trabajar con la destreza de sus manos; es decir, con manos inteligentes llenas
de buen consejo y de prudencia: Busca lana y lino, de que hace labores con la
industria de sus manos (Pr_31_13). La lana es el vellón de una oveja o de un
cordero; el lino se recoge de la tierra. Las vírgenes se visten con la lana del
cordero, su esposo, cosechando el lino en la tierra sublime de la santa
humanidad, de la que reciben también el rocío de las bendiciones más escogidas
del cielo.
Se
entregan a la acción y a la contemplación de manera que sus obras son efecto de
su meditación. La acción se da
en la luz, y la contemplación no queda ociosa al obrar en ella. No es éste un
consejo sin manos ni ejecución, ni manos que carezcan de aviso, poniéndose a la
obra con aturdimiento e imprudencia. Cuando Dios se vale de una de sus esposas
para cualquier obra importante dedicada a su gloria, lo hace con sabiduría y
bondad. OG-04,101
En sus escritos, aparece varias veces, unidos el tema de la
contemplación y la acción:
Elevado mi espíritu por tus luces, te
me apareciste en una montaña donde me hiciste ver la belleza sin igual,
revestida de blancura siendo el candor de la luz eterna. Atrás de ti, vi una
multitud de gente de todas las naciones que subían esta montaña para acercarse
a ti. Las hacías caminar con una ligereza tan maravillosa que parecía caminaban
sobre las nubes y en subiéndola todos se ocupaban en sus oficios y menesteres.
Entre estas personas de diversas regiones me hiciste ver varias personas de
Roanne, de uno y otro sexo, de las cuales te agradaba su contemplación y su acción. OG-02,1211.
Aún de los más sencillo y ordinario:
Regocijada
mi alma por estas amorosas repeticiones de todos los santos y espíritus
bienaventurados que las decían en honor y a la gloria del Santo de los santos,
desee hacer mi morada con ellos, y dejar las ocupaciones exteriores, sin el
cuidado de la cocina, diciendo a este príncipe que ya había estado en este
oficio varios años y que bien podía ser descargada de este penoso empleo, para
vacar con más calma al reposo y contemplación
de los [758] divinos misterios. Reuniéndose como en consulta, concluyeron todos
a una, que debía permanecer todavía y ser confirmada en este oficio de cocinera
de la casa del Verbo Encarnado; que él, con sus ángeles habían preparado y dado
el maná al pueblo de Israel durante 40 años en el desierto. OG-02,758.
b) Oración
litúrgica
Ahora
pasamos al tema de la oración litúrgica, tanto la de las Horas, como en la que
tiene como tema la celebración del día, o el tiempo litúrgico que estaba
viviendo:
“La Semana Mayor me obligó a meditar en el gran amor que tienes a los hombres, por los que has
sufrido tan vivos tormentos y una muerte tan cruel e ignominiosa, acordándome
de las palabras del Apóstol: Hoc enim
sentite vobis (Flp_2_5). Tened entre vosotros los mismos sentimientos.
Tratando de sentir y compadecer tus sufrimientos, deseaba aborrecerme a mi
misma y conformarme a ti en el amor a los oprobios de los que has querido ser
colmado, soportando pacientemente a los pecadores, adorándote en tu amor
sufriente. Quería morir a todo lo que no es tu puro amor con el que me has
amado, dándote para mi salvación y ser para mí, todo en todas las cosas. Sé
eternamente, mi Dios y mi todo, divino amor”. OG-02,135
Al meditar en la muerte y Asunción de la
Madre de Dios, quise pensar en su amor, que la apremiaba, con deseos
indecibles, a ver a su Hijo y su Dios, cuyo anhelo era también ver a su
Madre.OG-05,101
En
navidad, ora en la noche: “Por la noche, al retirarme a orar, pedí a mi divino amor que me sacara de Egipto a fin de
manifestarme la gloria del Señor, según su promesa. Escuché que da gloria a su
divino Padre en esta medianoche, al nacer en el mundo. Dicha gloria radica en
la paz que trae a los hombres, pues la gloria del Verbo Encarnado consiste en
reconciliar, mediante su venida a la tierra, a los hombres con su Padre
indignado, de cuyas manos arrebata los rayos de justicia” OG-04,
Recurre constantemente a pedir
la intercesión de la Iglesia Triunfante, pues pide con frecuencia la
intercesión de los santos:
[715]
La víspera de nuestro Padre san Agustín, en 1634, me dirigí a este santo
patriarca durante la oración,
diciéndole que, a pesar de ser yo la última de sus hijas en esta Congregación
que mi divino amor había querido establecer, que es la última de las órdenes
que vivían bajo su regla y protección, cuya bula recibí la víspera de la
Asunción de la Virgen, no por ello deseaba ser menos amada por él ni amar menos
que las que son mayores que yo. OG-04,715.
3.2.3 La
oración en las dificultades
Pensar que la vida de oración de la M. Jeanne estuvo libre de
dificultades, está lejos de la realidad, ya que si bien, se vio favorecida con
gracias extraordinarias, las dificultades de la vida ordinaria estuvieron
presentes a lo largo de su vida, y en mayor intensidad quizá, por la vocación
de fundadora.
a) En las situaciones dolorosas que se le
presentan
Era una mujer afectuosa, agradecida, y ante la muerte de su
director espiritual, nos comparte lo siguiente:
“Había
tomado la decisión de dejarlo guiarme toda la vida, a pesar de saber que este
padre no me permitiría sino con mucha dificultad salir de mi casa paterna, donde
me veía dedicada a un recogimiento y oración continuos, y aunque débil de
cuerpo, acariciada de tu Majestad, de suerte que con frecuencia las delicias
interiores me impedían dedicarme a las cosas exteriores, siéndome penoso hablar
y orar vocalmente”.OG-01,40.
Dios le asiste en su debilidad:
[721]
Una noche, no pudiendo dormir, lo cual me sucede con mucha frecuencia, oraba
con mi divino Salvador, el cual pasaba las noches en oración con Dios. Fui entonces altamente iluminada en la
inteligencia de este verso de David: Por la palabra del Señor fueron hechos los
cielos; por el soplo de su boca toda su fuerza (Sal_33_6).
Comprendí, con una inteligencia muy sublime
y mediante una visión, que en medio de la oscuridad de la fe se me concedía
participar de los fulgores de la gloria que en Dios es una plenitud total, tan
plena como bueno e infinitamente comunicativo es él por esencia. Percibí además
que su inclinación a comunicarse brota de su plenitud, que él desea desbordar.
OG-04,721.
Pide el auxilio divino en la oración
“Algunas nubecillas de tristeza comenzaron a levantarse en
mi corazón, por lo que me retiré a la sacristía para orar con mi divino esposo, el cual disipó de inmediato mi tristeza
con estas palabras: Vuestra tristeza se convertir en gozo. La mujer, cuando va
a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a
luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un
hombre en el mundo (Jn_16_18)” OG-04,134.
Y tiene certeza de la oración de los santos
“El temor de la corte celestial a los riesgos
del alma favorecida, no le causa inquietud. Están seguros de la bondad de Dios,
que les afirma que a través de las gracias presentes prevean las futuras para
el alma favorecida de esta suerte, lo cual los mueve a orar por ella mientras se encuentra en camino, a fin de que llegue
a poseer [1003] con ellos la de la gloria.” OG-04,181
Insiste y pide la intercesión del cielo en su oración e
intenciones
“Hay que orar siempre, pero esta vez por su reverencia. Por ello he
conjurado a la Jerusalén celestial, para que lo haga sin interrupción. Cómo he
suplicado a la Madre de Dios que interceda, como otra Betsabé, ante su pacífico
Salomón. A este mismo Salomón me he dirigido en su sagrado banquete, recitando
con todo fervor el himno Alaba, Sión, a tu Salvador. ¡Cómo he rogado a su Santo
Espíritu que hable con gemidos inenarrables, lo cual no ha dejado de hacer!”
OG-03,19.
b) La
oración era un tiempo para desahogar el corazón y para consultar a Dios y tomar
fuerza.
Así, al tener que alejarse por la peste, mientras va en el
barco nos dice:
“Vertía
torrentes de lágrimas cuando podía estar sola en algún rincón del barco, donde
[213] se pensaba me dedicaba a orar;
la oración me servía de pan, y comía tan poco de noche y de día, que era una
maravilla el poder tenerme en pie; pero no podía comer más, porque hacía un
gran esfuerzo para pasar lo poco que tomaba. La nausea y otras enfermedades me
desgastaron casi todo el tiempo que duró la navegación. Fue por eso que me
detuve en Orleáns, donde pedí al Sr. de Puré informara al P. Jacquinot, quien
había pedido al P. Ignacio de Renes, rector del Colegio de la Compañía, de
hospedarme algunos días en Orleáns”.OG-01,52.
Busca la respuesta de Dios ante diversos asuntos:
[831]
Algunos días antes de la fiesta de la conversión de san Pablo, supe que una
persona de rango eminente dijo que desearía que san Pablo y un ángel le
notificaran que mi designio y mi espíritu eran de Dios, y no un efecto de mi
vanidad y de la ambición de verme fundadora de una orden. Al enterarme de dicho
comentario, me dirigí a la oración
para pedir al Verbo Encarnado diera a conocer su voluntad, rogándole que, si
era de su agrado, enviara un ángel a dicha persona. Me respondió: Hija, no
corresponde al que reta a un duelo elegir el campo ni las armas. Esta persona
pide un signo, pero no obtendrá otro que el de san Pablo, el cual permaneció
tres días, no en el corazón del mar como Jonás, sino en el océano de la esencia
divina durante su éxtasis. Es él quien revela, enseña y juzga a los ángeles, y
el que te atestiguará a tu favor en la inteligencia que posees de sus escritos
y de todo lo que ocurrió en su interior. OG-04,831
No todo fue dulzura:
El
domingo se sintió como muy triste y como rodeada de sus enemigos. Redobló
entonces su oración. Le parecía que en ese día su Dios había concedido permiso
a sus enemigos interiores para que la atacaran. Para oponerles resistencia,
recurrió a las armas de la oración continua. Escuchó entonces a su amor: Hija
mía, deberías encontrar consuelo y reposo en todo lugar. Tienes tu morada en mi
heredad, que es el Santísimo Sacramento. Sin embargo, estas palabras no fueron
pronunciadas con todo el poder de su amor, y no se consoló del todo. Por la tarde, como seguía sintiendo tristeza,
se retiró a tres o cuatro pasos de la compañía con la que se encontraba, para rezar y llorar, después de lo cual el
Espíritu Santo alegró su corazón. El le recordó, a través de esta divina
infusión, lo que dijo el apóstol: La mayor de todas las virtudes es la caridad
(1Co_13_13). OG-03,10
En el primer proyecto de constituciones, hablando de la
superiora dice lo siguiente:
Como
la superiora representa al Cordero, debe gobernar con gran paz, aun que a veces
tenga que obrar como el rayo, derribando o destrozando todo lo que resista la
voluntad del Cordero. Las siete lámparas ardientes brillarán delante de esta
sabia, ya que representa la sabiduría. Someterá su entendimiento a la voz
divina, no haciendo cosa alguna sin esta consejera. Se hará fuerte en la oración para no dejarse llevar por
otro criterio que la mayor gloria de Dios. OG-07c, 44
Y no por haber sido muy favorecida, siempre vivió en un
lecho de rosas:
Todos
ustedes, que han pasado por el camino de la contemplación, y que han sido comisionados por su Majestad para
cosas grandes, consideren si existe algo semejante al dolor que siento. Tal es
el extremo sentimiento de las almas desoladas como la mía, al ignorar la causa
o el motivo; pero al hablarles de mis males, siento un fuego que me ha sido
enviado de lo alto: Ha lanzado fuego de lo alto, lo ha metido en mis huesos. Me
ha dejado desolada (Lm_1_13).
c) No
puede darse totalmente, pero busca sus momentos
Como ante tanta trabajo, busca la compañía de Dios, darse
sus “mañas” para estar con su Amor:
“Mi solo amor, ¿cómo te daré
gracias por tantos favores que te dignas concederme sin mérito alguno de mi
parte? Cuando pienso en el poco tiempo libre que tengo para orar en tu
compañía, no dejo de experimentar cierta pena en mi espíritu. Cuando por la
noche acudo a ti para decirte que estoy libre y que te complazcas en aquella
que te pertenece por todos conceptos, me muestras un amor santamente diligente”
OG-05, 124
Le
cuesta lo que la aparte de poder seguir su oración:
Nos dices que acudes raramente a la oración, por [1011] detenerte en el
recibidor, hacia el que sientes disgusto. Piadosos admonitores; es verdad que
me mortifico muchísimo cuando es necesario estar adherida a una reja, debido a
las faltas que allí cometo, perdiendo horas enteras que podría emplear en la oración, en la que me encuentro
indispuesta debido a achaques corporales como dolor de cabeza y de riñones,
causados por las diversas visitas, que me obligan a estar sentada mucho tiempo.
Al salir del locutorio, digo a todos ustedes: No lo advertí, se conturbó mi
alma por los carros de Aminadab (Ct_6_11). Las consideraciones y los respetos
humanos penetran con frecuencia en un espíritu demasiado fácil en condescender
en lo que él mismo desaprueba. Esencias inmutables; les confieso mis
debilidades y mis continuas faltas, que no dejan de ignorar; fidelísimos
guardianes, ¿acaso no debería enrojecer por corresponder tan mal a sus
constantes inspiraciones? OG-05,1010-1011
Ora
a lo largo del día:
En ocasiones oraba vocalmente
llamándote con gritos como los polluelos de la golondrina. Meditaba, después,
como la paloma, imitando al rey que sanaste de una enfermedad que le hacía
languidecer, dándole quince años más de vida para recompensar las amorosas
lágrimas que derramó confiadamente en tu presencia: Día y noche me estás
acabando. Como una golondrina estoy piando, gimo como una paloma (Is_38_14).
Mis oraciones comenzaban por la mañana y duraban hasta el anochecer. Nada me
distraía de la oración, sin
importar la ocupación exterior que tuviera, tu amor verificaba en mí el dicho
del Apóstol: Oren en todo tiempo, no solamente de tiempo en tiempo, sino en el
momento presente. Meditaba yo día y noche en tu amorosa ley, y durante mi
meditación se encendía el fuego; tú estabas conmigo para cumplir el designio
por [45] el cual viniste a la tierra, que es encender el fuego en los
corazones, deseando verles arder en tu amor. OG-01,45.
3.2.4 Características generales de su
oración.
a) Una
oración planeada.
Siguiendo
los consejos y mandatos de sus directores, donde se ve el influjo de los
jesuitas:
Por la tarde tomó las notas de usted,
para leer el punto de la meditación
en cuanto llegó la hora. Sin embargo, en el transcurso del mes lo leyó
solamente tres veces. Esta ocasión fue para ella una providencia divina: eligió
el tema de la nobleza de alma. La consideración de su valor la llevó a un
abismo de paz, que la hizo darse cuenta de que Dios es la sola razón de su ser”
OG-03,2
Se
ve patente la influencia ignaciana:
A
partir de Ignacio, reinaron la meditación
y la frecuentación del divino fuego eucarístico, que obra la unión de las almas
y de los cuerpos con el alma y el cuerpo de Jesucristo, llegando a ser casi
ininterrumpida. Fue él quien hizo renacer las prácticas de la Iglesia
primitiva, formando [186] comunidades santas que tienen un solo corazón y una
sola alma, que perseveran en la oración y en la fracción del pan de los ángeles
y de la vida eterna. OG-05,186
Y
otra cita:
El
reverendo P. Coton me dijo en el año 1618 o 1619 que pidiese a N. S., que tantos
favores me había concedido, se dignara elevar a él mi espíritu sin ser
extasiada ni arrobada; que la Hna. María de la Encarnación, carmelita, conocida
en el mundo como la Srita. Acarie, se encontraba en este excelente grado de oración, mediante la cual había
conocido la economía del alma del Verbo Encarnado y el estado de la Virgen en
proporción, quienes no fueron impedidos de obrar al exterior por éxtasis o
arrobamientos, que son señal de debilidad. OG-05,626.
+ Ordenada y bien preparada:
“El 19 de abril pasado recitaba el
oficio de Nuestra Señora en la iglesia de san Esteban, uniéndome al santo
sacrificio que ahí se celebraba. Fue entonces cuando el manso cordero
sacrificado me invitó a alabarlo, a discernir lo que quiere de mí y a ir a mi
oratorio a meditar sobre la aceptación que hizo del juicio de Pilatos. Este era
el punto sobre el que debía en ese día, según el orden que he puesto a los
acontecimientos de la Pasión. Entonces me hizo escuchar: Hija mía, fíjate en la
sumisión con que acepté este juicio, sin recibir ni apelar los cargos por los
que se me condenaba, a pesar de que el juicio fue inicuo, el juez injusto, los
testigos falsos, y yo inocente”. OG-03,25
+ Es creativa y abierta al Espíritu:
“El día de Rogaciones de 1634, encontrándome
indispuesta y no pudiendo orar
ni pedir como era necesario, resolví organizar una procesión en mi corazón, que
sería también templo y altar. Pedí a mi esposo se dignara venir para ser
adorado en él, pues estaba segura de su presencia en mí, por haberlo recibido
aquella mañana en la santa comunión.
También
el Padre y el Espíritu Santo se congregaron en mi corazón por bondad y en razón
de la circumincesión que hace que se encuentren en este augusto sacramento de manera
admirable y por concomitancia o seguimiento necesario.” OG-04,639
No se aferra a vivir la oración como ella
desea
“Esta mañana, día de Todos los Santos, me
encontraba muy indispuesta para orar. Me hice violencia, pidiendo a los santos
que fueran mi fuerza y me rodearan con su protección. Aunque deseaba meditar en
su gloria, no pude hacerlo a causa de una enfermedad que me impedía estar de
rodillas o en la disposición que hubiera deseado. Mi divino amor me dio a
entender que no era necesario detenerse en estas consideraciones; que habiendo
sido elevado a su gloria, en la que habita en una luz inaccesible a las
criaturas, se digna fijar sus ojos en una pequeñuela y, como dice el profeta:
Levanta del polvo al desvalido, del estiércol hace subir al pobre, para
sentarle con los príncipes, con los príncipes de su pueblo (Sal_113_7s). “OG-05,107
+ Atenta a las invitaciones para
meditar
“Fui invitada por mi divino amor a meditar el cántico de Habacuc.
Misterios que en él aprendí. El amor divino hizo triunfar a los buenos,
abismando a los malos en su propia confusión” OG-04,147
+ Echa
mano de cosas ordinarias, que le ayudan en su oración
“El viernes, primer día de mayo de
1637, al meditar en la costumbre que tienen los enamorados de sembrar una
planta de maíz a la puerta de las jóvenes que pretenden tomar por esposas, me
dirigí a mi amado para decirle que, si se lo pedía a su Padre eterno, él mismo
lo plantaría en mí cual árbol que no puede ser arrancado de cuajo, que es la
verdadera dilección; y que su divino Padre encuentra un placer inefable en
hundir sus raíces en sus elegidos, extendiéndolas a todas las potencias de mi
alma”.OG-05,67
b) Tiene
en cuenta a los demás.
+
Se encomiendan a su oración, y le piden oraciones por terceras personas:
“El mismo año de 1634, el P.
Carré, superior del noviciado de santo Domingo, en el barrio de san Germán de París, que me había confesado cuando estaba
yo en la Ville l'Evêque, junto al convento san Honoré donde él estaba en este
tiempo, me escribió suplicando te pidiera fervientemente por el Cardenal de
Richelieu, y que le mandase la respuesta que me dieras [302] Yo quise obedecer
y orar de una manera extraordinaria
por Su Eminencia Ducal, por la que he pedido desde 1622 sin pedirte me
comunicaras cosa alguna al respecto; cuando te place, me enseñas lo que deseas
que yo aprenda”. OG-01,302
Recibe
el encargo de orar por el Rey:
“No sabía yo que se dirigía a la Rochela, pues
en aquellos días ignoraba lo que sucedía en Francia, pensando sólo en la
recomendación que se me había hecho de orar
por el rey, por cuya causa experimentaba un entusiasmo indecible, y una
compasión inexplicable hacia la reina. Nuestro Señor me dijo: Ten valor, hija.
A las victorias y bendiciones que concederé al Rey seguirá el establecimiento
de mi Orden: quiero apacentarme entre los lirios” OG-04,79
Además
pide que oren por ella, respecto a la Madre de Chantal, nos dice:
Habiendo
conocido al comienzo del mes de agosto del año 1641, que ella había pasado por
esta ciudad de Lyon para irse a Moulins, y pidiendo en mi oración de la tarde por ella, como yo
le había pedido en nuestra primera entrevista que pidiera por mí, oí que
dejaría pronto esta vida y que no volvería a sus monasterios de Lyon ni al de
Annecy, pero que su cuerpo pasaría por esta ciudad para ser llevado junto al
del Beato Francisco de Sales, digno obispo de Ginebra.
Sabe la M. Jeanne que su oración da
vida a otros, y presenta esta imagen en el Tratado sobre la explicación del
Cantar de los Cantares:
Amado
mío, así como no basta con que demos frutos para los fuertes, es decir, que
edifiquemos a los virtuosos que están sanos de alma, es necesario, si te place,
que tu gracia haga florecer el fruto del granado para dar un jugo sabroso a los
enfermos que yacen en el lecho de sus pecados, estando aun próximos a la
muerte. También a otros que son tan débiles ante tus inspiraciones, que son
como niñitos alejados de sus nodrizas. Si, a través de la caridad, me
conviertes en madre para ellos, te ofreceré mis pechos: uno que es oración, y el otro que es acción, con
la condición de que me des en todo momento la leche de tus bendiciones. Las
mandrágoras exhalan su fragancia. A nuestras puertas hay toda suerte de frutos
exquisitos. Los nuevos, igual que los añejos, los he guardado, amado mío, para
ti (Ct_7_14). OG-06a, 43.
Tiene
una oración de intercesión muy profunda:
Ábreme,
querido amor, los cielos de tu bondad para poder contemplarte a la diestra del
divino poder, del que te pido me revistas. Recibe mi espíritu y perdona mis
pecados y los de toda la [1064] humanidad. Si me es permitido ofrecerte esta oración, la hago postrada de rodillas
especialmente por aquellos que pueden haberme ofendido. No quiero guardar
resentimiento con nadie, y sí introducir los carbones ardientes de la caridad y
el amor que tú concederás por misericordia a mí y a ellos. Recibe mi oración como incienso aromático de
manos de estos santos diáconos y del gran pontífice Ignacio, unidas al festín
que te presento por su mediación. Perdona querido amor, la libertad que me
tomo. Tu bondadosísimo Espíritu me concede esta audacia, confiándome a tus
méritos. OG-04, 10-64.
c) En
la oración el Señor le revela sus misterios.
+ Le son presentadas las libreas de la Orden
“Al orar, vi una corona de espinas; dentro
de ella estaba tu Nombre, Jesús, bajo el cual había un corazón donde estaba
escrito Amor Meus. Me dijiste entonces: "Hija, mi Nombre es un bálsamo
derramado. Muchas jóvenes serán atraídas a esta Orden por su dulzura; haz
colocar sobre el escapulario rojo lo que ahora acabas de ver en esta visión,
afín de que yo repose sobre el pecho de mis fieles esposas”.OG-01, 44.
Recibe
la invitación a fundar una Orden:
Ya tarde, alrededor de las nueve,
estando retirada en mi oratorio, te plugo elevar mi entendimiento en una
suspensión muy sublime, durante la que me dijiste: "Hija, tú piensas que
debes gozar del reposo y quietud de la contemplación
en la casa de tu padre, poseyendo la bendición celestial y divina del Pan
Supersubstancial; tú amas tu recogimiento, pero mi divina sabiduría piensa de
otro modo, habiéndote destinado para instituir una Orden bajo mi Nombre, que
honrará mi persona encamada por amor a la humanidad. Así como he elegido al
bienaventurado Padre Ignacio para instituir una Compañía de hombres que honre
mi Nombre; yo te he escogido para fundar una Congregación de mujeres. Recuerda
que un día de Pascua, en 1617, quise que portaras la cruz, seguida de muchas
jóvenes vestidas de blanco, para venir a adorarme ante el altar donde reposaba.
OG-01,106
+
El Verbo Encarnado es su maestro de oración:
En este día el Verbo Encarnado apareció
como el sol verdadero, cuyo rostro brillaba y resplandecía. Jamás había yo
tenido una visión tan clara sobre este misterio de la Transfiguración,
deteniéndome tan sólo en las explicaciones comunes; pero en esta noche mi
divino amor me confió que posee secretos que aún no ha revelado, ya que tiene
un tiempo para hacerlo; que dejase yo a otros explicarlos, sin refutarlos, pero
que no temiera decir un día lo que él me enseñó esta noche, porque la Escritura
me sirve de texto formal, y la luz que él me da me ilumina abiertamente, de
suerte que soy confirmada en esta verdad aun por el sentido común, por la razón
[1171] y por la hermosa conformidad entre este misterio y las personas que
asisten a él, de que él no hizo oración
en el Monte Tabor para revelar la cruz, reservando dicha oración para la noche después de la
Cena, en el Huerto de los Olivos, donde trataría de la misericordia hacia los
pecadores, saliendo fiador por ellos. OG-05,1171
Y Él
recompensa a quienes la buscan:
Las
manos de oro macizo del esposo son generosas para con las que le aman, en
especial con las esposas, que deben estar en gracia. Hay, sin embargo, quienes
no siempre tienen su llave perfectamente bruñida: la pereza o algunas otras
imperfecciones la dejan enmohecerse y no pueden abrir con facilidad. La caridad
del esposo, entonces, se apresura a introducir los dedos en la cerradura,
dándoles facilidad para abrir cuando esperan paciente y humildemente a la
puerta de la oración. OG-05,308.
Mi carta fue escrita después de la oración por mandato del Verbo
Encarnado el cual me hizo levantarme para escribir. OG.03,160
Habla de un fin del instituto: El Fin
del instituto, es orar por la paz de la Iglesia; orar con insistencia por la extirpación de las herejías y enseñar cómo se debe orar (Cfr. OG-07c,1
d)
Tiene una oración constante
A pesar de los estados de ánimo no deja su oración: [631]
Estando sumida en una aflicción extraordinaria, me puse en oración por la tarde, según mi
costumbre. OG-05,631.
Aquí
también se deja ver su determinación a orar:
Por
la tarde, como seguía sintiendo tristeza, se retiró a tres o cuatro pasos de la
compañía con la que se encontraba, para rezar y llorar, después de lo cual el
Espíritu Santo alegró su corazón. Él le recordó, a través de esta divina
infusión, lo que dijo el apóstol: La mayor de todas las virtudes es la caridad
(1Co_13_13).
El
lunes siguió sintiéndose un poco triste, pero no dejó de perseverar en la oración. Oró hasta el
momento de vísperas, que durante esos tres días se dijeron en el colegio. Se
sintió herida por varios dardos, y en seguida presa de un asalto. OG-03,10.
Habría mucho que
seguir diciendo, y es una tarea para mucho tiempo y muchas personas, un gran
trabajo de sistematización, de coleccionar pensamientos clave sobre su oración
y vida espiritual, etc.
No es otro mi
deseo, que el que vaya siendo más y más conocida su vida y sigua suscitando el
deseo de abrirse a la acción de Dios en cada persona.
IV
Conclusiones
Estas son las conclusiones a
las que llego, después de este paseo por algunos textos de la M. Jeanne:
Respecto al proceso de oración de la M. Jeanne, inicia en la
casa paterna, ella nace por la oración de sus padres. Es educada en un ambiente
que propició el crecimiento paulatino de su fe. Dios la va llevando, poco a poco a una mayor
unión con Él, a través de la oración y
los favores que le concedió.
La profunda unión con Dios, le refería constantemente a sus
hermanos, fu una intercesora constante, pues oraba por quienes se lo pedían, y
se confiaba a la oración de los demás, no era autosuficiente, sino humilde,
pues era consciente de su limitación.
Busca la oración en todo momento y circunstancia; a pesar de
las dificultades que estuviera pasando, más la unían a Dios.
Su Maestro es el Verbo Encarnado, y se deja guiar por el
Espíritu; aunque es dócil a las mediaciones humanas, en especial de sus
directores, que le marcaron profundamente en su vida espiritual.
Su vida está unida, no hay divorcio entre su fe y la vida,
entre su oración y sus responsabilidades, si bien es un don, es también un
querer y disponerse a recibirlo.
En cuanto a los temas de oración, tiene una rica variedad,
tanto lo litúrgico, la Sagrada Eucaristía, los Misterios de la fe, las
situaciones que vive, lo que le encomiendan, etc.
Todo esto me hace pensar, que una vida de oración de esta
magnitud, vista desde sus inicios hasta el culmen, lejos de hacerla aparecer
como imposible, es motivo de aliento, de esperanza. Invita a descubrir la
fidelidad de Dios para con quienes se acercan a Él.
Algunas preguntas que quedan para la reflexión personal son las
siguientes:
¿Qué me hace pensar a alguien que desee vivir desde esta
espiritualidad Mateliana? ¿Qué pautas, luces, tareas, quedan pendientes, para
alimentarse de esta rica espiritualidad? ¿Cómo iniciar y acompañar en nuestros
apostolados, a quienes desean vivir en serio una vida de oración?
BIBLIOGRAFÍA
FUENTES
BIBLIA
DE JERUSALÉN, Desclée de Brouwer, Bilbao 9, España.
CASSO, Carmelita iwbs y GONZÁLEZ, Carmen María cvi, Ioannae
Chezard de Matel.
Positio Super Virtutibus ex
Officio concinnata. Roma 1987.
CHÉZARD de Matel, Jeanne (1596-1670), Obras Completas (en soporte informático CD Opus Gloriae), Archives
Historiques de l’0rdre du Verbe Incarné et du très Saint Sacrement, Lyon 2007
(original francés, versión en español e inglés).
STA. TERESA DE JESÚS. Obras
completas. Aguilar S. A. de Ediciones, Novena Ed. Ávila, 1963
STA. TERESA DEL NIÑO JESÚS, Obras Completas, Ed. Monte Carmelo, Burgos, 199
LITERATURA
CRÍTICA
Catecismo
de la Iglesia Católica, Coeditores Católicos de México, 1992
CHECA R. Orar es amar,
contemplación para todos, CEVHAC, ed. PROGRESO, 1988 3ª. Ed.
La oración cristiana, contenido y
experiencia, colección de divulgación, CEVHAC 1993, 4ed.
Iniciación a la experiencia
contemplativa, Jornadas de oración, CEVHAC,1986, 4ª ed.
CRISTIANI, León, Canónigo, Jeanne de Matel, una gran mística Lyonesa, Armonela
Representaciones y Offset Pric, México, D.F.1984.
DICCIONARIO
E. ANCHILLI, “Oración”, Diccionario de espiritualidad, Tomo III, Ed. Herder, Barcelona, 1984,
J.
BOMMER, La oración del cristiano, Ed. Herder, Barcelona, 1970
INDICE
Introducción
Capítulo I Jeanne Chezard de Matel
1.1
Breve Biografía
1.2
Escritos
Capítulo II La oración
2.1 Definición, naturaleza y necesidad de la oración
2.2 Tipos de oración y dificultades para la misma
Capítulo III La oración en Jeanne Chezard de Matel
3.1 Palabras clave
3.2 La oración en Jeanne
3.2.1 Rezar
3.2.2 Orar
a)
Oración personal
b)
Oración litúrgica
3.2.3 La oración en las dificultades
a)
En las situaciones dolorosas que se le presentan
b) La oración era un
tiempo para el desahogo del corazón y para consultar
a Dios y tomar fuerza
c)
No puede darse totalmente, pero busca sus
momentos
3.2.4 Características generales de su oración
a)
Una oración planeada
b)
Tiene en cuenta a los demás
c)
En la oración el Señor le revela sus misterios
d)
Tiene una oración constante
Conclusiones
Bibliografía
Índice
[1]
Cfr. C. Casso – C. González, Positio super Virtutibus, Roma 1987, 13.
[2] Cfr. J. Chezard,
Obras Completas, Vol. 1, Autobiografía, 7.
[3] Cfr.
Ibid, 10.
[4] Cfr.
Ibid, 20-22.
[5] Cfr.
Ibid, 58-61.
[6] Cfr. J. Chezard de
Matel, Obras Completas, Vol. 1, Autobiografía, vi-vii.
[7] ERMANNO ANCHILLI, Diccionario de espiritualidad, Tomo III,
Ed. Herder, Barcelona, 1984, p. 11.
[8] Cfr. Ibid, p. 17.
[9] Sta. TERESA DEL
NIÑO JESUS, Manuscritos Autob. C 25r. y C
25v; en Obras completas, Ed. Aguilar, 9ed, Ávila, 1963.
[10] Cfr. ERMANNO ANCHILLI, Diccionario de espiritualidad, p. 12.
[11] J. BOMMER, La
oración del cristiano, Ed. Herder, Barcelona, 1970, p. 9.
[12] Ibid, p.57
[13] Ibid, p.58
[14] Catecismo de la Iglesia
Católica, núm. 2705
[15] Cfr. Ibid, n.2708
[16] N II, 18.5, Citado en R. CHECA,
Iniciación a la experiencia contemplativa, 3ª. Ed. , CEVHAC, México, 1986, p.
47
[17] N1,10,6, citado en
Diccionario de Espiritualidad T.I, p. 476
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